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Ética hacker...

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Cap 1: La ética hacker del trabajo

Hacker es …

“Burell Smith, el creador del ordenador Macintosh de Apple, definía el término de este modo: «Hackers. Se puede hacer casi de todo y ser un hacker. Se puede ser un carpintero hacker. No es preciso disponer de elevada tecnología, pienso, que tiene que ver con la artesanía y con el hecho de dar importancia lo que uno hace». Raymond señala en su guía «Cómo convertirse en un hacker» que «hay quien aplica la actitud del hacker a otras cosas aedemás del software, como la electrónica y la música; en realidad, cualquiera de las ciencias y de las artes muestra esta actitud en su máxima expresión»

Si se les considera a este nivel, los hackers informáticos constituyen un ejemplo excelente de una ética del trabajo más general, a la que podemos dar el nombre de la ética hacker del trabajo, afianzada día a día, en la sociedad red, en la cual el papel de los profesionales de la información se halla en expansión. Pero, aunque nos sirvamos de una etiqueta acuñada para los hackers informáticos a fin de expresar esta actitud, lo cierto es que podemos hablar sobre ella sin hacer ni siquiera referencia a los informáticos. De hecho, abordamos un reto social de índole general que pone en tela de juicio la ética protestante del trabajo que desde hace tanto tiempo viene rigiendo nuestras vidas y aún ejerce una poderosa influencia sobre todos nosotros” (Himanen, 2001: 16).

Cap 2:¿El tiempo es dinero?

Urgencia…

“Desde que su inventor, Alexander Graham Bell, dijera las primeras palabras a través de un teléfono a su ayudante en 1876 («Señor Watson, venga, le necesito»), el teléfono ha estado siempre unido a la cultura de la urgencia. La paradoja es que la alta tecnología nos devuelve al nivel más ínfimo de la supervivencia, siempre sobre aviso, reaccionando a situaciones urgentes. En la imagen de la elite actual de la economía de la información, existe una fuerte tendencia en esta dirección: en el pasado, uno pertenecía a la elite cuando no tenía ya por qué ir de un lado a otro, trabajando sin parar; actualmente, la elite está formada por gente en perpetuo movimiento que se ocupa a todas horas de asuntos urgentes a través de sus teléfonos móviles y pendiente de un plazo siempre a punto de expirar” (p. 32).

Tiempo y trabajo…

“En su artículo «Time Work-Discipline and Industrial Capitalism» (1967), (32) el historiador social Edward Thompson precisa las dificultades con las que se encontró la transición al trabajo industrial. Señala que, por ejemplo, los agricultores medievales estaban acostumbrados al trabajo orientado a una meta. En su modo tradicional de pensar, lo esencial era completar las tareas asignadas. La meteorología establecía los límites exteriores pero, en el interior de ellos, las tares podían realizarse de acuerdo con las inclinaciones individuales. El trabajo industrial, por otro lado, estaba orientado al tiempo: el trabajo se definía por el tiempo que era necesario para realizarlo. Fue esta idea de establecer una relación del trabajo con el tiempo y no considerar los trabajos por sí mismos lo que resultaba ajeno a las gentes de la era preindustrial, y por ello opusieron resistencia.

Lo interesante de la nueva tecnología de la información reside en la posibilidad de ofrecer una nueva forma de trabajo orientado a una meta, aunque es importante recordar que no es algo que pueda producirse de forma automática. De hecho, lo más curioso es que por el momento esta tecnología se utiliza más para intensificar la supervisión del tiempo del trabajador, a través de dispositivos como el reloj para fichar” (p. 35).

“La mentalidad de la supervisión del horario laboral trata a las personas adultas como si fueran demasiado inmaduras para hacerse cargo de sus propias vidas. Supone que son sólo unas pocas personas en una empresa dada, o un organismo gubernamental, las que han alcanzado un grado de madurez suficiente para asumir la responsabilidad por sí mismas, y que la mayoría de losadultos son incapaces de hacerlo sin la guía continua de un reducido grupo con autoridad. En una cultura con este tipo de mentalidad la mayoría de los seres humanos se hallan condenados a obedecer” (p. 37).

Cap 3: El dinero como motivación

fichas/lectura/himanen.1272731225.txt.gz · Última modificación: 2024/08/02 22:54 (editor externo)